El proyecto se centra en ampliar las experiencias de las personas que recorren las principales rutas de peregrinaje europeo, permitiéndoles el acceso a oferta cultural de las áreas rurales próximas como museos y sitios de patrimonio a través de herramientas tecnológicas y estrategias de innovación.
Esto permitirá a estas regiones, que se enfrentan a importantes desafíos económicos y demográficos, beneficiarse del tránsito de peregrinos. También se trabajará para identificar brechas y obstáculos, así como mejores prácticas y campos en una investigación e innovación que podrán desarrollar nuevas soluciones para una cooperación exitosa.
El consorcio de este proyecto se completa con 15 socios de diferentes instituciones de España, Portugal, Hungría, Eslovaquia, Italia y Noruega, y también cuenta con una serie de entidades asociadas.